lunes, 23 de marzo de 2009

Entrevista a una víctima de acoso escolar: "Voy a morir por el dolor de mis sentimientos"

Hemos podido realizarle una entrevista a una niña de quinto de primaria que ha sufrido acoso escolar desde primero hasta cuarto de primaria. Parece que en este último año la han acosado menos, a pesar de que en el primer trimestre aún le pegaban y todavía hoy se ríen de ella.

Pregunta: ¿Cómo empezó todo?
Respuesta: Fue porque un niña le dijo al niño más mandón de la clase que yo había dicho que era un hijo de puta. Pero eso no es verdad. Pero ella se lo dijo y entonces el vino y me dijo que mi madre era una puta. Y entonces yo a ese niño le dije que eso que le había dicho esa niña que yo le había dicho a él hijo de puta que no era verdad, que se lo había inventado esa niña. Pero no me creía y se seguía metiendo conmigo y me puse a llorar, se lo dije a un monitor y le castigaron.

P: ¿Y la niña porqué se inventó eso?
R: No lo se. Pero siempre se está riendo de mí. Des de siempre que todos se han burlado de mí. Y un día, a la hora de comedor, la niña esa se cruzó con el niño y le empezó a hacer burlas sobre mí cuando yo pasaba por su lado, y los dos se empezaron a reír y el niño me hizo la zancadilla. Y yo dije: “¿pero que haces?” Y él dijo: “nada, nada, no hago nada”. Y cuando llegué a casa se lo dije a mi hermano y a mi madre, y mi madre habló con la madre del niño y su madre dijo que como para el niño yo era una chivata, que por eso me insultaba. Y mi madre y su madre hablaron y decidieron que para hacer eso pues que no nos habláramos más, que yo no le diría nada a él y que él no me diría nada a mí. Pero es que desde la infancia que me lleva haciendo lo mismo.

P: ¿Y ahora, después de que vuestras madres hablaran, se sigue metiendo contigo?
R: No ahora no. Bueno en el primer trimestre sí. Pero no se lo quiero decir a mi madre porque si se lo digo a mi madre volverá a hablar con la suya y volveré a tener malos rollos con él. Y no quiero.

P: Y, cambiando un poco de tema, ¿la frase que escribiste en la agenda “voy a morir por el dolor de mis sentimientos”, la escribiste en una clase que estabas muy enfadada o muy triste porque alguien se había metido contigo?
R: Fue en el primer trimestre y estaba muy enfadada porque ese niño se había burlado de mí otra vez.

P: ¿Pero tan mal estabas? Porque es que la frase es muy fuerte.
R: ¡Hombre! ¿Te gustaría que desde la infancia hasta quinto o cuarto, se metieran contigo?

P: ¿Pero que te hacían?
R: A ver, él me insultaba, me pegaba...

P: ¿Pero sólo él o más gente?
R: Sólo él.

P: ¿Y la niña esa no?
R: No, ella no me pegaba. Se reía y me decía tonta. Pero no me pegaba.

P: ¿Y tú que hacías?
R: Yo le decía “habla chucho que no te escucho”. Y cuando se metían conmigo o el niño me pegaba, yo pasaba de todo. Pero después llegaba a casa y se lo decía a mi madre. En vez de decírselo a la profesora se lo decía a mi madre.

P: ¿Y ahora el niño ya no se mete contigo?
No, ya no.

P: ¿Y por qué ha dejado de meterse contigo?
R: Porque este año ha tenido muchos problemas, por niños y todo eso. Y él ahora ya sabe que si se mete con otra persona le castigan, en el cole y en casa, y por eso ahora ya no se mete conmigo, por eso. Pero se mete con otra niña de la otra clase.

P: ¿Y por qué crees que se mete con la gente?
R: No lo sé, tendrá rabia o algo que le habrán hecho seguramente. Es que no tengo ni idea. No se, es que el dijo una vez que si a él le pegaban él tenía que pegar a la persona que le había pegado. Pero es que yo eso no lo veo normal, se lo dices a la profesora y ya está, o le hablas, pero no hace falta pegar. Digo yo, vaya.

P: ¿Y los profesores que hacían?
R: La profesora pasaba de mí y él se reía. Y yo le decía que si se reía de mí después se lo diría a mi madre.

P: ¿Y tu crees que la mejor opción es ir a contárselo a tu madre?
R: Ahora creo que no porque entonces mi madre habla con su madre y aún es peor.

P: ¿Y si se volviera a meter contigo que harías?
R: Decirle “habla chucho que no te escucho”, que es lo que me ha dicho mi madre que le diga. Pero es que también se mete con otra niña de la otra clase, que, por ejemplo, si a ella le insulta, ella va corriendo detrás de él diciéndole que pare ya de insultarle.

P: ¿Y entonces él se ríe aún más de ella, no?
R: Sí.

P: ¿Y ninguna de las niñas se mete contigo o con los demás?
R: Bueno, hay una que siempre está pegando, pero ella dice que es como un juego, y yo le digo que pegarse no es un juego, porque pegar no es un juego, eso es violencia, que es otra cosa, pero a ella le da igual. Y el otro día estaba en clase y me dijo que le guardara la mochila un momento, y yo lo hice, pero luego volvió y me dijo que qué hacía yo con su mochila, y yo le dije que ella me había pedido que se la guardara, y entonces se empezó a reír, y las otras niñas también se rieron. Y hay otra niña que me dijo que era gorda y tonta. Y yo fui y se lo dije a la monitora, porque yo no veo bien que la gente vaya haciendo esas cosas, no lo veo normal.

P: ¿Y qué hizo la monitora?
R: Nada, no hizo nada, dijo que eso no tenía importancia. Pero a mí si me importa porque yo me sentí mal.

P: Pero ahora mismo dices que ya no se meten contigo, que ni te pegan.
R: No, pegarme no, pero reírse si que se ríen. Porque cuando tengo que hablar en clase, pues me equivoco y se ríen. Y a mi eso no me gusta. Porque no es culpa mía que me equivoque. Yo no quiero equivocarme.

P: ¿Y qué piensas hacer?
R: Pues nada, hablar poco en clase. Y si se ríen de mí no escucharlos. Pero lo que no voy a hacer es meterme con ellos porque eso no me parece bien.

P: Muchas gracias. Espero que todo se solucione.


Durante la entrevista, lo que más me impactó fue el carácter de la niña y el valor que tuvo al explicar lo que le había pasado, no se puso a llorar y en ningún momento tampoco insultó a los otros niños. También me sorprendió gratamente que todo el rato explicara que lo que hacían los demás no le parecía bien, y que en ningún momento dijo que si pudiera se lo haría a otros niños. E incluso intentó comprender porque el niño que se metía con ella y le pegaba lo hacía, y cuando dijo que seguramente era porque le habrían ello daño antes a él, parecía que le diera incluso pena.

Esta niña, cuyo nombre no hemos podido mencionar en ningún momento, igual que el de los otros niños, es un ejemplo a seguir para todas aquellas personas que sufren acoso escolar, porqué, en lugar de quedarse en casa diciendo que no quiere ir al colegio, va y se enfrenta a sus agresores, y a pesar de todo lo que le hacen, sigue manteniendo firmemente sus principios. Aunque parece que ahora ha decidido resignarse un poco y ocultarse (no quiere hablar en clase).

A raíz de esta entrevista, a parte de constatar la integridad de los niños que sufren bullying (o por lo menos en el caso de esta niña), también pudimos comprobar lo mal que funciona el sistema educativo. Porque es inadmisible que sí se meten con una niña, se ríen de ella, le pegan... la profesora o monitora en lugar de castigar al agresor le diga a la víctima que eso no tiene importancia. Cuando lo único que consigue diciéndole eso es que el niño agredido sienta que no tiene ningún apoyo y que está solo.
Es evidente que es necesario un cambio, y cuanto antes se produzca mejor, porqué este tipo de conductas (tanto por parte de agresores como de profesores) no se pueden tolerar.

Desde aquí queremos desear mucha suerte a nuestra entrevistada, porque, aunque parezca que ahora las cosas han mejorado un poco, tenemos miedo que cuando llegue a la ESO (de aquí a dos años) los problemas vuelvan a surgir e incluso empeoren.

1 comentario:

  1. mi pregunta seria:
    1. por que esta investigando el tema del bullying
    2. que objetivos tiene ud ante el tema.
    3. que dificultades tubo para esta entrevista.
    gracias
    muy interesante su reportaje :D

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